El equipo dirigido por Vladimir Quesada llega a este compromiso con un golpe anímico tras la reciente derrota por 2-0 ante Alajuelense en el clásico, un resultado que frenó su impulso momentáneo. Sin embargo, el conjunto mantiene una mentalidad competitiva y el optimismo intacto, ya que continúa ubicado en los puestos altos de la tabla y aún conserva opciones reales de pelear por el liderato. Pese al tropiezo, el rendimiento general del equipo ha sido sólido, mostrando orden táctico y determinación, factores que buscarán reafirmar en este nuevo encuentro para recuperar confianza y seguir en la disputa por los primeros lugares del campeonato.
A diferencia del Saprissa, que atraviesa un mejor momento con tres victorias en sus últimos cuatro compromisos, el equipo dirigido por César Alpízar llega con una racha de cuatro empates consecutivos que ha frenado su escalada en la tabla. Actualmente se ubican en la sexta posición con 16 puntos, manteniéndose aún en la pelea por los puestos de clasificación. Sin embargo, la distancia de cuatro unidades respecto a Cartaginés —actual cuarto lugar y último clasificado a la etapa final— obliga al conjunto a reaccionar pronto si desea mantener vivas sus aspiraciones. Pese a su solidez defensiva, la falta de contundencia en el ataque ha sido su principal obstáculo, por lo que buscarán reencontrarse con la victoria para recortar diferencias y meterse de lleno en la lucha por avanzar a la siguiente fase del torneo.
